la rana de Salamanca

Quien haya estado por Salamanca, seguramente ha pasado por un ritual de antaño (bueno, la verdad es que quién sabe cuándo comenzó la tradición): buscar la rana en fachada de la Universidad. Según cuenta la leyenda, quien encuentre la rana pasará con éxito sus exámenes (y si ya no estudia, tendrá buena suerte pues la vida es un examen constante). Tal vez tontamente, pero aún sin conocerla, siempre había guardado un cariño especial a Salamanca, pues era el nombre que llevaba la calle de la primera casa donde crecí. Además de que alberga la universidad más antigua del mundo (incluyendo su respectivo debate que si Boloña, que si Oxford, que si tal o cual; al parecer es la que tiene el primer título oficial de universidad, en tiempos en donde ni la palabra "universidad" existía). En fin, en vísperas de terminar mi Doctorado, fuimos a Salamanca. y cha cha cha chaaaaaaaaan.

¡la encontré!