Creo que solamente una vez (ya en mi vida adulta) he "celebrado" el Grito de Independencia de México. - Y eso porque me invitaron a una carne asada y una carne asada siempre es buena.
Las otras veces, recuento:
- Un año pasé toda la noche tratando de arreglar mi compu pues se había infectado de virus y no arrancaba el Windows. La salvé.
- Otro año quedé con mis amigas para cenar en el sushi, pero ¡ninguna llegó! Resulta que cada una pensó que no importaba si no iba, pues al cabo eran muchas. Y todas pensaron lo mismo y me quedé plantada. Terminé yendo a cenar con mi hermana y mi cuñado.
- En alguna otra ocasión fui al cine con una amiga y la hermana de un profesor que estaba de visita de Alemania.
- Un año me quedé dormida por ahí de las 9pm; para cuando desperté ya había pasado El Grito.
- Hace tres años estaba en India.
- Hace dos años estuve en México, pero la verdad no recuerdo qué hice. Supongo nada especial.
- Hace un año iba de vuelta de España (vía Lisboa) a Oxford. Fue un poco simbólico salir de España ese día, pero en realidad fue casualidad porque el vuelo salía un poco más barato en esa fecha.
- Hoy, estoy trabajando en mi tesis, en la última etapa: revisando errores gramaticales, cambiando tablas de lugar, escribiendo los agradecimientos (Me siento mucho más conmovida al escribir los agradecimientos que en pensar en la Independencia de México).
Y, la verdad, recuerdo que de pequeña era un día muy importante. Siempre fui muy patriota; era miembro de la escolta y sentía un orgullo inmenso durante los honores a la bandera. Incluso un día, estando en el bachillerato, soñé que era Presidente de México y ondeaba el Lábaro Patrio desde el balcón presidencial, diciendo "¡Viva México!"
Hoy, creo que ya no soy tan patriota; al menos no en ese sentido. Y me siento un poco mal porque debería de darme tristeza o sentir vergüenza, pero no me da. Me duele ver cómo mi país se derrumba y la manera en que día a día las imágenes de asesinatos, gente colgada de puentes, personas mutiladas y decapitadas, balaceras, escándalos de corrupción, extorsiones, secuestros y familias destrozadas se van convirtiendo en algo más natural. Siento rabia al ver lo que está pasando y saber que la salida parece imposible, saber que al que trate de hacer algo para cambiar las cosas le irá mal.
Nunca (salvo esa vez que conté al principio) he gritado ni celebrado el 15 de Septiembre por la noche. Creo que reunirse para beber o irse a una disco no tiene nada que ver con la Independencia de México.
Hoy, sí grito. Pero grito de impotencia, de tristeza, de desesperanza. Grito alto y fuerte para ver si Dios nos escucha y salimos de esta; para preguntar qué podemos hacer para mejorar las cosas. Grito con todos mis pulmones al ver que México pareciera no tener remedio. Grito en un clamor de ayuda.
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