Andemos con pasos firmes,
seguros,
constantes;
a veces grandes, a veces pequeños;
a veces rápidos, a veces lentos.
Andemos con pasos estables,
aunque nuestras mentes duden,
aunque nuestros corazones callen.
Andemos con pasos dudosos,
con pasos certeros,
con pasos confiados y pasos aventureros.
Andemos con pasos que exploran,
con pasos que se maravillan,
con pasos que acompañan,
que buscan y encuentran,
o con pasos que dejan atrás y olvidan.
Andemos con pasos que liberan,
con pasos que lloran,
con pasos que sanan.
Andemos, andemos, andemos,
aunque a veces sea necesario dar marcha atrás,
o dar vueltas en espiral,
porque solamente andando
nos podemos dar el lujo de descansar.
LJVM
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