Ay, Octubre,
llegas con tu fresco y tus comienzos,
con tus inicios y tus hojas,
con tus colores roji-verde-marrones
y tus miles de ocupaciones;
con tanta cosa nueva,
pero tanta tanta
que contradice tu reputación.
Ay, Octubre,
tú eres de Otoño,
de dejar ir,
de cosas que se van,
de hojas que se caen,
de adioses (o hasta luegos).
Por el contrario,
ay, Octubre,
llegas con gente nueva,
con nuevos ritmos,
nuevos arreglos,
nuevos retos
(algunos muy grandes
y otros pequeños).
Ay, Octubre,
pero tal vez no sea tan raro,
al igual que las hojas que se caen abren camino a retoños
y las ramas son nuevos lienzos donde pintar,
aquí se renuevan cosas cosas
y salen brotes multicolores.
Ay, Octubre.
llegas con tu fresco y tus comienzos,
con tus inicios y tus hojas,
con tus colores roji-verde-marrones
y tus miles de ocupaciones;
con tanta cosa nueva,
pero tanta tanta
que contradice tu reputación.
Ay, Octubre,
tú eres de Otoño,
de dejar ir,
de cosas que se van,
de hojas que se caen,
de adioses (o hasta luegos).
Por el contrario,
ay, Octubre,
llegas con gente nueva,
con nuevos ritmos,
nuevos arreglos,
nuevos retos
(algunos muy grandes
y otros pequeños).
Ay, Octubre,
pero tal vez no sea tan raro,
al igual que las hojas que se caen abren camino a retoños
y las ramas son nuevos lienzos donde pintar,
aquí se renuevan cosas cosas
y salen brotes multicolores.
Ay, Octubre.
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